De acuerdo con el informe del BCV, la producción de nuestra economía ha caído 4,5% durante el tercer trimestre, una reducción de 2,2% en los primeros nueve meses. Aquí también el contexto es bastante más importante que el número en sí. Aunque la mayoría de las economías del mundo han experimentado episodios similares desde la crisis del 2007, a estas alturas del juego ya han dejado lo peor atrás y se puede decir que vienen de regreso. El consenso de los analistas en torno a la recuperación económica proyectada para 2010 es casi tan modesto como unánime, con dos excepciones: Hungría (-1,0%) y Venezuela (-3,4%). Nuestro país parece ser el único para quien el próximo año será todavía más difícil que éste (-3,0%).
No se puede considerar la caída en la producción sin tener en cuenta que el propio gobierno decidió a comienzos de año sacrificar reservas internacionales y ejecutar un programa de endeudamiento público muy agresivo para tratar de mantener a flote la economía venezolana. En los nueve primeros meses del año Venezuela perdió 25% de sus reservas internacionales, equivalentes a 9.713 millones de dólares. En ese período, la deuda pública externa creció 19%, 9.030 millones de dólares que ahora nos dejan con un total de 55.685 (hasta el cierre de Octubre, pero hay más deuda en camino). A nivel interno también se emitieron 18.445 millones de bolívares fuertes, que aumentaron la deuda pública en moneda local en 60%. Es a la luz de ese endeudamiento masivo que se debe considerar la caída registrada en la producción.
Y es que no todos los años nos vamos a poder dar el lujo de ponerle encima a nuestros activos (que siguen depreciándose, dada la ausencia de inversión) una cantidad cada vez mayor de deuda. Para hacernos una idea, a comienzos del año y calculando el PIB a tasa oficial (2.15), la deuda pública representaba 18% del tamaño de nuestra economía. Ahora se encuentra alrededor en 24%. Esa es el artificio contable que utilizan en Carmelitas para sostener que nuestro endeudamiento sigue siendo “muy razonable”. Si se calcula a tasa paralela, la deuda representa 50% de nuestra producción nacional, a M2/RIN (6.7 VEF/Dólar) alcanza 58% del PIB. En 1998 nuestra deuda total representaba 29% del PIB.
Se acentúa la tendencia de cambio en la propiedad de los medios de producción: En los últimos dos años el PIB público ha crecido 27% y el privado ha caído -3%. Ya salió por ahí Alí Rodríguez, a proponer una “nueva forma de medir el PIB”, algo que de seguro no se le hubiese ocurrido de haber sido positivo el resultado. Por un lado ha resucitado una vieja idea de Bernardo Ferrán, según la cual conviene ponderar las categorías de producción por el empleo. Pues bien, aquí construcción (+4,3%), manufactura (-9,2%) y comercio (-11,5%) representan dos tercios del empleo. No pareciera que los va a ayudar mucho. También ha asomado medir la producción según su valor actual. Si se hace así, el peso del petróleo (hoy en día ponderado a precios de 1997) crecería significativamente, y es allí en donde se ha registrado nuestra caída más fuerte (-9,5%). Y es que para encontrar un método que refleje algún crecimiento de aquí para adelante va a hacer falta algo más de creatividad.
Miguel Ángel Santos