Desde hace algún tiempo, Facebook ofrece entre las posibilidades de selección de objetivos para anunciantes una categoría muy particular: expatriados. Esta categoría abre la posibilidad de establecer contacto con los nacionales de un determinado lugar que se encuentran residenciados en otro país. En un mundo en el que los desplazamientos –sean voluntarios o forzados– se han hecho cada vez más ubicuos y numerosos, la comunidad de expatriados se ha vuelto esencial, no sólo por estrategia comercial, sino también desde el punto de vista de la estrategia de desarrollo.
Existen muchos matices cuando se trata de identificar a quienes por una u otra razón viven lejos de su lugar de origen y los venezolanos –siempre ávidos de volcar nuestra ansiedad y frustración a la menor ocasión– hemos pasado buena parte de los últimos años desmenuzando definiciones, corrigiéndonos mutua y sucesivamente, barajeando términos: refugiados, exiliados, emigrantes, desplazados, desterrados. Expatriados es acaso la menos controversial, pues según la Real Academia define a quien vive fuera de su patria.
La categoría de expatriados en Facebook fue abierta por primera vez en 2015 para ciudadanos de Brasil, Indonesia, China, Sur África y la India, y posteriormente fue ampliada a otros países. En principio, los datos son ofrecidos al anunciante como una fotografía y no como una serie de tiempo, por lo que se hace difícil precisar el momento o clasificar a los expatriados según el año de partida. Sin embargo, en el caso de Venezuela, y según reporta la Organización Internacional de Migraciones, los movimientos migratorios registrados hasta el año 2015 eran bastante modestos, por lo que la cifra efectivamente recoge buena parte de las migraciones masivas que se han registrado en los últimos tres años.
De acuerdo con los datos de la semana que va del 9 al 16 de noviembre pasado, existían 3.186.216 venezolanos expatriados con cuentas de Facebook. Sólo Colombia concentra el 35,5% del grupo, y junto con Perú (14,5%), Estados Unidos (10,9%), Chile (7,4%) y España (6,3%) representan más del 75% del total de expatriados con cuentas en la red social (Gráfico 1).
La distribución por edades de dichas cuentas es indicativa del perfil del éxodo venezolano, aunque también –lo veremos más adelante– puede reflejar diferentes propensiones a tener cuentas en redes sociales. En cualquier caso, se observa una prominencia significativa del grupo entre 25-34 años (38,9% o 1,24 millones), seguido por quienes cuentan entre 18-24 años (24,9% o 794 mil) y 35-44 años (18,6% o 592 mil). Estos tres grupos representan el 82,3% del total de los usuarios de Facebook calificados como expatriados venezolanos (Gráfico 2).
Entre los datos disponibles –sólo en los casos de países destino con más de 10.000 expatriados venezolanos con cuentas de Facebook– es posible también observar el nivel educativo. Para distinguir mejor las tendencias en este caso, he contrastado la proporción de expatriados de Facebook por país que cuentan con maestría y grado universitario, con la que se observa entre los usuarios de Facebook en Venezuela (Gráfico 3)
Sólo entre los expatriados que fueron a Colombia (38,1%) y Brasil (37,5%), la proporción con grados universitario y de maestría es inferior a la que se observa entre los usuarios de Facebook en Venezuela (38,6%). En los casos de los otros doce principales destinos el capital humano es significativamente mayor. Según esta referencia, los países que reciben mayores proporciones de los venezolanos mejor preparados son Canadá (55,7% tiene maestría o grado universitario completo), Argentina (54,6%), seguido de cerca por Chile (54,0%), España y Panamá (ambos con 51,3%) y Estados Unidos (50,5%).
La cifra total de venezolanos que Facebook registra bajo esa condición no necesariamente coincide con el total de expatriados, porque no todos están registrados en esa red social. Sólo en el caso en que todos los venezolanos tuviesen una cuenta en Facebook (la penetración en todas las categorías de edades fuese 100%), esa cifra sería un estimador exacto de la emigración venezolana. De manera que para aproximar la población total de expatriados con base en la categoría de Facebook necesitamos una idea de la penetración de la red por segmento de edades.
Una forma de hacer eso consiste en comparar la pirámide poblacional que proyecta el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) por edades para el año 2018, con el total de usuarios de Facebook en Venezuela (la red reporta doce millones en cifras redondas). Un primer problema de esta aproximación es que el INE, al igual que el resto del gobierno nacional, sigue ignorando los flujos masivos de venezolanos hacia el exterior y continúa proyectando parsimoniosamente el crecimiento poblacional entre 1,2% y 1,4% anual. Según estas proyecciones, la población cerraría el año 2018 en 31.828.110 personas.
Visto así, la penetración de Facebook estaría en 37.7%, una cifra muy baja que no considera las migraciones masivas de venezolanos que vienen ocurriendo desde finales de 2015. Un segundo problema –derivado del primero– es que para ajustar el tamaño de la población en Venezuela y tener un mejor estimado de la penetración de Facebook necesitamos el número total de expatriados, que es precisamente la cifra que estamos tratando de estimar
Esta circularidad puede ser resuelta de dos maneras. La primera consiste en tomar las cifras del INE como ciertas. En la Tabla 1 se encuentran los detalles del cálculo. La columna 1 posee los grupos por edad tal y como los reporta Facebook. En la columna 2 se observa el total de usuarios de Facebook en Venezuela por categorías de edades (nótese que no se reportan usuarios de Facebook por debajo de 13 años), y en la columna tres las proyecciones de población del INE para esas categorías. En la columna 4 se calcula la penetración de Facebook entre personas en Venezuela por categorías de edad. A partir de ahí, es posible estimar la población total de expatriados con base en la penetración de la red social por segmentos. Por ejemplo, existen 3,30 millones de usuarios de Facebook en Venezuela entre 18 y 24 años de edad, lo que representa una penetración del 87,1% entre el total de venezolanos que el INE proyecta en esa categoría (3,79 millones). Si suponemos que la penetración de Facebook entre los venezolanos que se quedan en el país y los que salen es similar, eso significa que por cada expatriado registrado en Facebook entre 13 y 17 años (0,79 millones) hay un múltiplo de 1,15 venezolanos expatriados (uno dividido entre la penetración), lo que resulta en una estimación 0,91 millones expatriados en ese segmento de edad. Repitiendo ese procedimiento para todas las categorías de edades resulta en una estimación total de 6,13 millones de expatriados venezolanos.
Esta cifra luce un tanto exagerada, entre otras cosas porque existirían casi 38 millones de venezolanos en total, de los cuales algo más de 6 millones estarían expatriados. El problema está en que –al tomar las estadísticas del INE sin ajustar por los flujos migratorios– se subestima la penetración de Facebook en Venezuela, por lo que sobrestimamos el número total de expatriados por cada expatriado venezolano registrado en Facebook. Aún así, me ha parecido útil incluirla aquí para ilustrar el procedimiento, y en alguna medida para responder a las quejas del antiguo director del INE, Elías Eljuri, siempre gemebundo y protestón con quienes nos resistimos a tomar las cifras del INE a valor facial.
Una segunda posibilidad consiste en resolver de forma iterativa la referencia circular. Los resultados de este procedimiento se encuentran reportados en la Tabla 2. Ahora, el número de expatriados totales estimados es de 4,89 millones, lo que es equivalente a decir que la población actual en Venezuela es algo menos de 27 millones (26,94). Visto así, el porcentaje de migración de venezolanos sería equivalente a un 15% del total de la población proyectada por el INE.
Este segundo método tampoco está exento de inconvenientes. En particular, cuando reducimos la población de Venezuela que reporta el INE en el número total de expatriados que estamos estimando, es posible que resulten penetraciones de Facebook en Venezuela en algún segmento de edad mayores a 100%. Tómese por ejemplo los venezolanos entre 18 y 24 años. Una vez que restamos de la población total que proyecta el INE en ese segmento (3,79 millones) el número de cuentas de expatriados venezolanos en Facebook (0,79 millones), obtenemos un número total de población (3,00 millones) que es inferior al número de usuarios reportados por Facebook en Venezuela en esa categoría (3,30 millones). Esto equivale a decir que la penetración es 110.1%, lo que significa que por cada venezolano entre 18 y 24 años de edad existen 1,10 cuentas de Facebook en Venezuela. En ese caso –el único en donde la penetración es mayor a 100%– he supuesto un múltiplo igual a 1,00: dado que la penetración de la red en ese segmento es mayor a 100%, el número total estimado de expatriados es idéntico al número observado de expatriados venezolanos en Facebook.
El gráfico 4 presenta el total de usuarios de Facebook en Venezuela y la población del INE ajustada por expatriados. El cociente entre los valores de las dos barras es nuestro factor de expansión, el cual nos permite estimar –a partir de los expatriados venezolanos observados en Facebook– el número total de expatriados venezolanos por segmento de edad. He dejado las categorías de edades inferiores a 13 años tanto en las tablas 1 y 2 como en el gráfico 4, para resaltar el hecho de que la proyección de 4,89 millones de expatriados venezolanos no incluye a quienes se encuentran entre 0 y 12 años.
El gráfico 5 recoge la proyección total de expatriados venezolanos por segmento de edad y el total de expatriados observados en Facebook. Nótese que en segmentos de la población en donde la penetración de Facebook es mucho menor (55-64 años y mayores de 65), el múltiplo entre el total de expatriados y los registrados por Facebook es mayor. Por ejemplo, cuando observamos un expatriado venezolano en Facebook con más de 65 años, es probable que exista un número mayor (que en este caso hemos estimado el factor en 5,16) en el exterior, que no son usuarios de la red social.
El supuesto esencial detrás de los cálculos de las Tablas 1 y 2 y los resultados reportados en el gráfico 5 es que la penetración de Facebook entre los venezolanos en el exterior es idéntica a la que se observa en Venezuela. En caso de que esta penetración sea mayor, el múltiplo tenderá a ser menor (el número total de expatriados se asemejará más a los expatriados registrados en Facebook). En última instancia, en el caso hipotético en que la penetración de la red entre los venezolanos en el exterior sea del 100%, el número total de expatriados sería idéntico al de expatriados reportados por Facebook (3,3 millones).
Algunas conclusiones y contrastes a propósito de estas estimaciones
Estimar el número de expatriados –venezolanos o de cualquier otro país– es una tarea extraordinariamente compleja. En primer lugar, porque tener acceso a las estadísticas y reportes de inmigración de todos los países es muy difícil. En segundo lugar, porque aún en el caso improbable de que efectivamente estén disponibles, no todos los países recogen la información de la misma forma y no todas las aduanas utilizan los mismos estándares. Por último, no todos los expatriados están registrados legalmente o aparecen en los récords de inmigración. Por estas razones, la estimación a través del uso de estadísticas de redes sociales se hace muy atractiva, y así lo demuestra la atención cada vez mayor de la que han sido objeto por parte de la comunidad académica internacional (véase por ejemplo el trabajo de Zagheni, Weber y Gummadi utilizando Facebook, o el del Hausmann, Hinz y Yildirim utilizando Twitter para medir la aceleración de la migración venezolana).
A Flourish data visualitationComo toda estimación, los números que aquí he presentado están basadas en varios supuestos que he tratado de resaltar a lo largo del texto. En esta ocasión, se me hacen bastante más plausibles y menos heroicos de los que suelen fundamentar otras estimaciones económicas. Acaso por esa razón, muchos de sus resultados se encuentran alineados con el sentido común. Por ejemplo, en las proyecciones los países con mayor concentración de expatriados venezolanos mayores de 65 años están España, Portugal e Italia, tres lugares que aportaron millones de inmigrantes a Venezuela a mediados de los años cincuenta, que según parece han decidido regresar a sus lugares de origen. También está el hecho de que es siete veces más probable conseguir un venezolano con grado de maestría en Canadá que conseguirlo en Venezuela, lo que está en línea con los requerimientos y prioridades migratorias de dicho país. También cabe esperar que los menores niveles de capital humano se observen entre los expatriados que van a países vecinos (Colombia y Brasil), en donde se puede llegar andando y las barreras migratorias son menores.
Las proyecciones de total de expatriados por país tienden a ser mayores de lo que indican reportes recientes de algunas cancillerías. En el caso de Colombia, de acuerdo con las cifras presentadas por el Director General de Migración Colombia el 31 de octubre pasado, sólo entre enero y septiembre de este año ingresaron a Colombia 1.032.000 venezolanos. Dado que Colombia es utilizada como puente por muchos venezolanos para acceder a otros países como Ecuador o Perú, la cifra neta podría ser mucho menor. Eso es consistente con las cifras de expatriados totales estimadas aquí, que estarían entre 1.129.669 (expatriados venezolanos en Colombia según Facebook) y 1.577.482 (estimación total de expatriados).
En el caso del segundo país receptor, Perú, según el presidente Martínez Vizcarra han acogido allí a cerca de medio millón de venezolanos, una cifra consistente con el rango de expatriados de estas proyecciones: entre 460.557 expatriados venezolanos en Perú según Facebook y un total de 629.569 estimados aquí. En Argentina, los 70.000 venezolanos que se estima han llegado a ese país desde 2016 se encuentra algo por debajo de la estimación total de expatriados venezolanos (entre 111.218 en Facebook y 165.048 en total). Chile es acaso el único lugar de los destinos más buscados por los venezolanos en donde los reportes oficiales están por encima de los estimados que he presentado aquí. De acuerdo con los reportes de la Policía de Investigaciones, sólo entre 2017 y 2018 habrían llegado a Chile 324.776 venezolanos, una cifra que se encuentra por encima de los 234.623 expatriados venezolanos en Chile según Facebook, y en línea con los 340.397 expatriados totales estimados aquí.
En términos absolutos, la cifra de 4.89 millones de expatriados está muy por encima de los tres millones que reporta la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), y más en línea con la proyecciones que resultan del modelo de Dany Bahar y Douglas Barrios con base en ingresos y precios de las calorías (5.1 millones, consistente con una exportación de 1.2 millones de barriles por día, un precio promedio de 58 dólares por barril, y 2.500 millones de dólares de remesas).
Comoquiera que se le mire, el movimiento migratorio de venezolanos representa una cifra colosal, que pronto superará los 6.3 millones que se estiman salieron de Siria desde 2011. La diferencia está en que la crisis siria parece haberse estabilizado, como lo demuestra la reapertura reciente de sus fronteras, mientras la tragedia venezolana continúa y no se observa señal alguna de que esté próxima a su fin.
Las consecuencias del éxodo venezolano se extienden mucho más allá de nuestros días y su impacto va más allá de los afectados más directos. Según las estimaciones que hemos visto, más de 82% de los que han salido se encuentran entre 18 y 44 años. De hecho, en los tres segmentos de edad comprendidos entre estas edades el porcentaje de población expatriada supera el 20%: 21% entre 18 y 24 años, 26% entre 25 y 34 años, y 22% entre 35 y 44 años.
Este movimiento migratorio masivo achata el centro de la pirámide poblacional, reduciendo la proporción de personas en edad de trabajar y aumentando la de quienes están en edad de dependencia, lo que atenta significativamente contra las posibilidades de recuperación. Ahora hay muchas menos en edad de trabajar, que en términos relativos deben sostener a una proporción mucho mayor de menores y mayores de edad. Es cierto que la diáspora abre algunas posibilidades que no existían anteriormente, y que van desde las remesas hasta la apertura de sucursales de negocios que los venezolanos hayan fundado en el exterior y el flujo de conocimiento derivado de su mayor exposición al progreso tecnológico (estas últimas en el evento de una transición política). Pero la verdad es que, al ritmo que llevamos, va a ser muy difícil argumentar que estos beneficios puedan superar a los impactos derivados de la pérdida de capital humano.
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