¿Rebotar desde dónde (y Hacia dónde)?

¿Rebotar desde dónde (y Hacia dónde)?

El Universal

El Producto Interno Bruto Venezolano cayó durante el segundo trimestre del año 9.4%, distribuido desigualmente entre el sector no-petrolero (-10.44%), y el sector petrolero de la economía (-2.9%). Esta última caída despierta en el mejor de los casos la duda, puesto que según la cifra el sector petrolero está produciendo más o menos la misma cantidad de barriles que en el segundo trimestre del año anterior, lo que se encuentra en franco contraste con las declaraciones realizadas recientemente por Domingo Maza Zavala a El Universal (25-08-2003): “En condiciones habituales, con un precio como el que tenemos actualmente, se obtenían alrededor de $1.300 o $1.400 millones mensuales y estamos recibiendo un promedio de $1.000 millones”.

Ese 2.9% contrasta también con la cifra de exportaciones petroleras reportadas en la balanza de pagos del segundo trimestre, 16.6% menor a la del año anterior. El segundo trimestre fue también el sexto trimestre seguido de caída en la producción privada, el noveno consecutivo para el sector público. Durante ese período el sector privado ha visto desparecer 18% de su actividad económica, 21% en el caso del sector público.

Tomándole la nueva cifra por buena al Banco Central, lo que eso significa es que las empresas venezolanas y el sector público están produciendo 9.4% menos que el mismo trimestre el año anterior. En otras palabras, la producción y el empleo siguen cayendo, pero a tasas cada vez menores. Esto ha llevado a muchos analistas a decir que para el último trimestre de este año se va a registrar algún crecimiento económico (“rebote”), especialmente cuando se incorpore el efecto estacional de diciembre y se compare con el mes del comienzo de la huelga general del año anterior.

El problema que no se menciona mucho es que para recuperar sus niveles de actividad económica la economía venezolana va a tener que crecer a un ritmo mucho mayor de lo que indican las tasas a las que decreció, porque sencillamente la base es menor. Por ejemplo, si usted gana 100 bolívares por hora, y le recortan su salario 50%, usted pasará a ganar 50 bolívares por hora. Si yo le aumento el sueldo el mismo 50% que se lo recorté, usted quedará ganando 75 bolívares por hora, 25% menos que cuando todo empezó. Para que usted vuelva a ganar 100 bolívares por hora, es necesario aumentar el sueldo 100% (y no 50%).

Para recuperar los niveles de actividad económica que teníamos en 1998, es necesario crecer semestralmente 5% durante seis semestres consecutivos, es decir, tres años. Esta cifra nos ayuda a estimar lo difícil que será recuperarnos a partir de aquí, y nos da una perspectiva de lo insignificante que resultará para el ingreso promedio del venezolano que el PIB crezca 5% durante el último trimestre de este año. Venezuela tiene el potencial necesario para recuperar sus niveles de ingreso, ya no hablando de artificios porcentuales ocasionados por bases de actividad económica mínimas, sino hablando de crecimiento sostenido y vigoroso que nos permita lograr un verdadero “rebote”. Pero para eso vamos a tener que empezar a hacer las cosas bien desde el punto de vista institucional, económico y social en forma sostenida, y con mucha paciencia. Mientras eso no ocurra, hablarle de “rebote” a una población que continúa empobreciéndose en forma acelerada sólo ayudará a aumentar la confusión, porque estos “rebotes” ocurren como en una escalera de tramos descendentes, con pequeños saltos a través de los cuales pasamos del escalón El Salvador, al escalón Haití, al escalón Zimbabwe, y así sucesivamente.

Miguel Ángel Santos

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